martes, 6 de julio de 2010

Cuando desaparezco, y me fundo en la infinidad de una imágen lejana, por mí, por no hacer nada.

Tengo pena de leer tantas nuevas y alejarme de ellas, por ignorancia a los hechos o por el simple acto de la comodidad de no hacer nada.
Porque no me entrego.
Pero no lo asumo, y no sé entonces que tanto es, si aceptarlo como yo, o tratar de revertirlo, cosa que me cuesta un tanto, demasiado, y es lo uno o lo otro.
Estar en dualidades constantes me ahoga y me deprime, entonces quiero dormirme, despertar en otro lado o ninguna parte y volver a empezar todo de cero.
"Siempre tan egoísta no¿?"
Quizás... todo se trata de una falta de actitud.
Pero a veces no sé, y por la cresta que es tóxico no saberse a sí mismo por anhelar eternamente un delirio.
Sin intención de nada... y eso es tonto y es peor.

Tal vez me equivoqué con migo, por eso tantas ganas de desecharme como todas las desilusiones.

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